Andrzej Sapkowski nos presenta la segunda parte de las aventuras
de Geralt de Rivia en este volumen de relatos que es La Espada
del destino.
Este segundo volumen de la saga épica de Geralt de Rivia
es parecido pero a la vez distinto que el primero. Si en el primer
volumen se nos presentaba al brujo Geralt en su máximo esplendor:
luchando, resolviendo enigmas, venciendo casi siempre en todas las
situaciones por inesperadas que fuesen, sin caer nunca en la vulgaridad
y en la repetibilidad, en La Espada
del destino, Sapkowski
ha dirigido la pluma a mostrarnos el lado humano de Geralt.
Sí, este segundo volumen es un recopilatorio de cuentos
más o menos ligados temporalmente donde el autor destripa
los sentimientos y dudas del brujo. Nos encontramos pues, con historias
dramáticas y tristes, donde se analizan las motivaciones
y creencias de Geralt. Especial atención a los sentimientos
del protagonista se describen en el cuento "Un pequeño
sacrificio", posiblemente, el mejor de la obra.
También podemos encontrar otros ingredientes que nos proporcionan
una lectura más interesante, si esto es posible: Por un lado
el mensaje directo, casi ecológico de que no todo lo que
es diferente es malo, ese trasfondo de proteccionismo hacia los
monstruos amenazados por la extinción ("Las Fronteras de
lo posible"), aquella sutileza sobre el dominio humano sobre
el mundo y por tanto, el arrinconamiento cada vez más profundo
de la resta de razas inteligentes (Elfos, dríadas
)
que se refleja por ejemplo en "La espada del destino",
provoca un sentimiento muy próximo a la obra de Tolkien,
aquella sensación de que "esto se acaba".
Pero también la unión de uno de los cuentos de El
Último deseo, concretamente "Cuestión
de precio" con los dos últimos de este volumen:
"La espada del destino" y "Algo más"
abren las puertas a un tierna historia que seguro continuará
en la primera novela de la saga (el tercer volumen). Si a este hecho
le añadimos algunas acciones de trasfondo, solo insinuadas,
pero que ya parecen provocar las primeras hecatombes, podemos afirmar
que la saga se empieza a poner verdaderamente interesante.
Dejando a un lado por un momento, los argumentos de los cuentos,
quisiera recalcar que Sapkowski escribe de manera increíble,
reflejando con distintos dialectos y entonaciones a los personajes
dependiendo de su origen social y que estoy seguro, la tarea de
traducir el texto ha resultado titánica. Sapkowski es capaz
de emocionarnos y de hacernos sonreir con una facilidad desbordante.
Especial atención a los diálogos, llenos de fuerza,
puede que por su sencillez, puede porque detrás se esconde
un talento enorme.
Eloi Puig, 16/07/03
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